Coro Polifónico de Río Branco en la Iglesia Matriz de Jaguarón (Río Grande sel Sur - Brasil)

Coro Polifónico de Río Branco en la Iglesia Matriz de Jaguarón (Río Grande sel Sur - Brasil)
Director: Prof. Pablo Carrasco de Armas

viernes, 1 de julio de 2011

EL OÍDO MUSICAL


 Busto de Ludwig Van Beethoven, caso insólito de un genio de la música que siguió componiendo a pesar de quedar absolutamente sordo con el transcurso de los años.  Se supone que su oído musical quedó atrofiado, sin embargo desarrollo un poderoso oído “interno”.

1. PARTICULARIDADES DEL SONIDO MUSICAL 
Las características más importantes del sonido son:
(1)  Altura
               (2)   Intensidad
               (3)   Duración y
         (4)  Timbre.



Sólo algunas de las frecuencias o alturas existentes se han identificado con un
nombre de nota; las intermedias no se tienen en cuenta al construir las escalas
musicales y los instrumentos temperados.
La altura del sonido es uno de los aspectos más importantes y complejos a la hora de adiestrar el oído musical, debido a que es la única característica que se debe recordar con toda exactitud, a diferencia de las demás, que se especifican de forma aproximada.

    El pentagrama ilustrado más arriba nos da un ejemplo de la frecuencia vibratoria acústica de las distintas notas musicales.

La sensación de altura está dada principalmente por la frecuencia del estímulo acústico. También la intensidad influye sobre la sensación de altura. Los sonidos de frecuencias bajas tienden a percibirse más graves cuando la intensidad es mayor, los de frecuencias altas cuando aumenta la intensidad tienden a percibirse más agudos, mientras que los de frecuencias medias, se mantienen estables.         La altura de las notas viene regulada por la referencia al Diapasón que fija la frecuencia de la nota la3 , y que ha variado a través de los siglos. En 1859 la Academia de Ciencias de París lo fijó en 435 vibraciones  por segundo o ciclos. Esta afinación fue adoptada por la Conferencia  Internacional reunida en Viena, el 1885. En 1939, en el Congreso Internacional de Londres, se acordó fijar la altura del la en 440 vibraciones. Este acuerdo se ratificó en 1955 y 1975. Actualmente se tiende a la afinación de 442 o 445 ciclos. La música antigua se suele interpretar a 415, es decir casi un semitono más bajo. Se sabe que las ondas sonoras afectan al cuerpo  de diferentes maneras dependiendo de sus frecuencias; es decir que el cuerpo funciona como un resonador por simpatía.

M. Louise Aucher  presentó el siguiente cuadro de correspondencias vibratorias:

Piernas  (plano estático y rítmico): vibran desde 65,20 a 130,5 ciclos porsegundo;
Abdomen (plano vegetativo y sexual) vibra desde 130,5 a 261 ciclos porsegundo;
Tórax (plano afectivo respiratorio) vibra entre 261 a 522 ciclos por segundo;
Cabeza (plano cerebral y nervioso) vibra desde 522 a 1044 ciclos por segundo.





  • Toda la información aquí proporcionada fue extraída del Libro “El Oído musical” de Conxa Trallero Flix, doctora en  Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona y Máster en Musicoterapia (entre otros títulos).


A continuación  damos una recomendación musical que nos ayudará a darnos optimismo, energía y entusiasmo (hay que tomarse algunos minutos para sentarse  y escuchar concentradamente la música).

·         SOUZA:   Barras y Estrellas.
·         SOUZA:  Washington Post.
·         SOUZA:  Sempé Fidelis.
·         HERBERT: Marcha de los juguetes, de “Juguetilandia”.
·         MEYERBEER: Marcha de la Coronación, de “El Profeta”.
·         GOUNOD:  Marcha fúnebre para una marioneta.
·         ELGAR: Marcha, Pompa y Circunstancia Nº 1.
·         PROKOFIEV: Marcha de “El amor” o “Tres naranjas”.
·         VERDI: Marcha Triunfal, de “Aída”.
·         SCHUBERT: Marcha Militar.
·         BERLIOZ:  Marcha Rakoczky.
·         WAGNER:  Marcha de fiesta, de “Tannhauser”.
·         TCHAIKOVSKY: Marcha Eslava.


    Bueno mis amigos, espero lo disfruten!!!
   
    Hasta la próxima publicación. 


                                                                                                      Pablo Carrasco.